Siguiendo con la
temática, la primera pluma que se cae
es el momento del diagnóstico, algo o alguien que confirma que las cosas no son
como deberían y que no es cuestión de meterle pata ni pegarle al perro, hay un
problema, dos o más, hay un NO! POR EL MOMENTO. Pero luego, vienen las
siguientes plumas, esas plumas que van a ir imitando la caída de la primera, y
es así porque estamos en MUDA, todas las plumas se van a caer hasta quedar
totalmente DESPLUMADOS.
Y esas plumas que se caen van acondicionando el camino de la infertilidad a medida que aprendemos a caminar con ella. No hay recetas, no hay universidades que enseñen este aprendizaje, se
aprende como se puede, como sale, desde el alma, el corazón y la cabeza misma. Tampoco
hay concejos como llevar ese cuerpito en bolas y sin plumas, no hay caretas que
puedan ayudarnos a cubrirnos, ni disfraz para elegir.
Esas plumas se caen mientras te embarcas en los estudios previos, cuando comienzas a sentir
que sos un cuerpo que va y viene, que recorre laboratorios, especialistas que
en tu vida habías imaginado que consultarías, (todo bien con los andrólogos por
ejemplo, pero si no fuera por la infertilidad seguiría pensando que es un señor
que tira las cartas de tarot o que histerosalpingografia es una galaxia o una
plantita). Tu cuerpo de repente va perdiendo intimidad, estás atada, pinchada,
dormida, drogada, y no te importa, porque sabes que todo lo haces para lograr
tu objetivo. (los maridos hasta se ponen celosos porque te depilas con más
entusiasmo y frecuencia para las visitas médicas o te compras bombachas nuevas,
y eso es difícil de explicar, sencillamente te expones a desconocidos y eso de “estar presentable” gana terreno, al
pedo, muy al pedo, porque la verdad es que a los especialistas médicos poco les
importa si tenemos pelos y las bombachas las dejamos en el baño para cubrirnos
con la bata, esa que nunca sabes si va atada adelante o atrás! Ja).
Y mientras tanto las
plumas se siguen cayendo, y sin lugar a duda una de las plumas más importantes
en caer es la que corresponde al primer
negativo, al primer intento que no resulta, pareciera que alguien te
confirma que las cosas pueden darse de otra manera, que sencillamente puede
fallar y eventualmente falla. El primer negativo es una cachetada, tan fría e
imprevista que casi lleva un año poder aliviar ese dolor que dejó, es la certeza
de que no hay certezas, que sos un número, una probabilidad, que puede darse o
no, es la confirmación más simple de que la naturaleza es sabia pero que con
vos se está portando muy mal. Es la confirmación que no bastan la cantidad de
padrenuestros que hayas rezado, ni a la infinidad de santos a los que les
prendiste una velita, porque en definitiva, ellos también pueden estar
conspirando para que no se dé en ese momento, sino luego o nunca, no lo sé y
vos tampoco, y al respecto debo decir que ninguno es claro en relación a lo
que esperan de nosotros, nunca recibí un mail o un whatsapp explicando esto,
(si alguien lo recibió se agradece remitirlo). Jaja.
Pero ahí te quedas,
con la sensación de que ni siquiera con buena
onda, mente positiva, entusiasmo, fe y esperanza podes lograr el embarazo,
y hasta imaginas ir al siguiente tratamiento con otra energía, por si acaso se
inviertan las cosas. No hay reglas, no hay fórmulas, se hace lo que se puede y
a veces se puede poco. Porque “poco”
es seguir enganchado con la idea de “por
qué me pasa esto a mí”, “nunca lograré embarazarme”, “tal vez Dios quiera otra
cosa para mí”, etc y etc… ese “poco” es un lugar común que hay que
transitar, es duro, es una cuesta arriba, pero transitarlo se convierte en un nuevo aprendizaje y mientras aprendemos
vamos tomando coraje para volver a
empezar y entonces ese “poco” se convierte en “algo”, algo que empieza a tener color, algo que te hace cambiar el
chip emocional, cambiar la energía, renovar la fe, sacar la virgencita que
escondiste y volverla a poner en el living para prenderle una velita
(mientras escribo esto una amiga desplumada me confirmó que su beta dio POSITIVO, lloro de
felicidad por ella y por su milagrito, y algo me dice que no es casualidad que
yo estuviera justo en este renglón cuando sucedió).
Resulta difícil poder
mantener el sentido de la narración después de esta noticia, porque es obvio
que acabo de tener otra inyección de felicidad y de fe, podría terminar la
entrada de otra manera, de hecho era la idea, pero hoy estoy escuchando lo que
pasa a mi alrededor y les cuento que es bueno, me costó llegar a este estado
emocional y lo que acaba de suceder es la confirmación más pura y simple de que
“esto se está poniendo bueno”, me
estoy dejando llevar por esa ola que viene y que arrasa con todo, así que no
hay mucho más para agregar. Las plumas seguirán cayendo pero hay que pensar que
estamos en tiempo de muda, y la muda llega para RENOVAR, los negativos seguirán
estando a la orden del día, eso no lo podemos evitar, sin embargo, hay un
positivo que espera en la antesala de un sueño cumplido, un positivo que espera
ser leído mientras se escapa la última pluma vieja y nosotros estaremos esperando (mientras
caminamos) que llegue a nuestras manos y entonces ese momento será nuestro (y
de todos, porque hoy los positivos son de todos!!!!!).
Estoy más que emocionada, GRACIAS!
Les propongo hacer un "PLUMERO" con todas las plumas que hemos perdido.... ¡pasemos el plumero a todo lo que nos angustia y limpiemos, limpiemos, limpiemos!.
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